Poema de Leopoldo Marechal
“Era muy de mañana....El coronel Perón había sido traído ya desde Martín García, donde estaba detenido. Había renunciado al cargo de Vice presidente, Ministro de guerra y a la Secretaria de Trabajo y Previsión, por la presión del Ejército. Mi domicilio era este mismo de la calle Rivadavia. De pronto me llegó desde el oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia: el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y en seguida su letra: “Yo te daré, te daré, Patria hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con P, ¡Peróooon!. Y aquel “Perón” retumbaba periódicamente como un cañonazo..... Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo.
Ví, reconocí y amé a los miles de rostros que la integraban: no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina “invisible” que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas y que no bien las conocieron les dieron la espalda.
Desde aquellas horas me hice peronista.......”
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